La mayoría de los gatos sienten la necesidad de rascar materiales, principalmente tejido o madera. Para ellos es una necesidad ya que además de afilarse las uñas sirve como parte del proceso de marcaje del territorio, algo que contribuye a las salud mental y emocional del gato. Al rascar, los gatos dejan el olor de las glándulas sudoríparas que tienen en las almohadillas de sus garras. Por eso es habitual que, una vez que marcan un objeto, vuelvan al mismo lugar días más tarde para reforzar su olor.
Para evitar que su gato rompa muebles, paredes o sofás, asegúrese de proporcionarle un lugar adecuado para rascar. Si deja de mostrar interés por sus rascadores o juguetes, pruebe a rociarlos con hierba gatera y volverá a recuperar su atención instantáneamente.